El objetivo de la diseñadora con este proyecto fue crear un espacio de cocina que estuviera perfectamente delimitado del resto de la casa, pero que al mismo tiempo permaneciera conectado con el salón y comedor, logrando una sensación de amplitud y continuidad visual. Para conseguir este doble efecto, se ideó una distribución que combina funcionalidad y diseño, optimizando cada rincón del espacio disponible.
Se optó por una distribución en paralelo, diseñada para maximizar el espacio y brindar una experiencia ergonómica y eficiente. La península juega un papel crucial en este diseño, ya que no solo delimita la cocina del salón-comedor, sino que también funciona como una mesa auxiliar que abre la cocina al resto del hogar, fomentando la interacción y la convivencia.
Las puertas de los muebles bajos y de las columnas se presentan en el modelo Ana con acabado Koala (U767), acompañado del tirador 4016 en negro, aportando un estilo moderno y elegante. Por otro lado, los muebles altos lucen uno de nuestros acabados amaderados, ofreciendo un contraste cálido que enriquece el diseño general. La combinación de estos elementos proporciona una paleta de colores equilibrada y sofisticada.
El interior del mobiliario está completamente equipado en antracita, un acabado que añade un toque de distinción y elegancia. Desde los laterales de los cajones hasta el cubertero modular de madera y las esterillas antideslizantes, cada detalle interno ha sido cuidadosamente seleccionado para potenciar tanto la funcionalidad como la estética del espacio.
En conclusión, esta cocina no solo supera los retos del proyecto mediante una distribución en paralelo y la inclusión de una península funcional, sino que también crea un espacio moderno, abierto y conectado con el resto del hogar. Los acabados cuidadosamente seleccionados y el interiorismo en antracita aseguran que cada rincón de esta cocina sea tanto práctico como visualmente atractivo, convirtiéndola en un punto central del hogar.